La Construcción del carácter.

INCONSCIENTEMENTE estamos formando hábitos a cada momento de nuestras vidas. Algunos son hábitos de naturaleza deseable; otros son los de naturaleza más indeseable. Algunos, aunque no son tan malos en sí mismos, son excesivamente malos en sus efectos acumulativos, y nos causan a veces mucha pérdida, mucho dolor y angustia, mientras que sus opuestos, por el contrario, traerían tanta paz y alegría, así como un poder continuamente creciente.

¿Tenemos el poder de determinar en todo momento qué tipo de hábitos se formarán en nuestras vidas? En otras palabras, ¿la formación de hábitos, la formación del carácter, es una cuestión de mera casualidad, o la tenemos bajo nuestro propio control? Lo tenemos, total y absolutamente. "Seré lo que quiera ser", puede decirse y debería decirse cada alma humana.

Después de haber dicho esto con valentía y determinación, y no sólo haberlo dicho, sino haberlo realizado plenamente en el interior, todavía queda algo por decir. Queda por decir algo respecto a la gran ley que subyace a la formación de hábitos, a la construcción del carácter; porque hay un método simple, natural y completamente científico que todos deberían conocer.

Un método por el que se pueden romper los viejos hábitos indeseables que atan a la tierra, y se pueden adquirir nuevos hábitos deseables que elevan el cielo, un método por el que se puede cambiar la vida en parte o en su totalidad, siempre que se tenga la suficiente seriedad para conocer y, conociéndola, aplicar la ley.