A partir de mi investigación de asombrosos individuos que van desde deportistas de élite, empresarios, inventores, científicos, músicos... descubrieron que nunca han contado con otras personas para se motivan a sí mismos. Siempre ha sido un deseo interno innato dentro de ellos para tener éxito que les ha presentado el impulso para mantenerlos implacables, impulsados y decididos a lograr sus metas especiales en la vida.

Fue esta grande fuerza infinita, poderosa y sostenida, la motivación que los mantuvo en marcha, para ayudarlos a derrotar a los enormes proporciones de problemas, obstrucciones e incluso superar su propio escepticismo, disciplina y confiscaciones que tuvieron que para lograr lo que sabían que era su aspiración.

El secreto

Finalmente llegué a la conclusión de que la motivación no se deriva del exterior, sino que puede ser producida internamente, entrenada y autoinducida como un generador, y no es finita, renovable, sostenible y nunca se agota.

Están perpetuamente impulsados, determinados y dispuestos a mantener su tenacidad en las pruebas de la vida hasta que se den cuenta de sus ambiciones.