Desde la Antigüedad ha habido un creciente interés por los aromas y por cómo éstos pueden afectar a nuestro organismo, pero ha sido en los últimos años cuando sus aportaciones se han podido demostrar científicamente. En este curso conoceremos los secretos que esconde la aromaterapia. Se enseña a diferenciar entre aceites esenciales y aceites portadores. Los primeros son substancias líquidas que concentran el aroma de determinadas plantas como el mirto, el sándalo o el jazmín. Los portadores, como el de aguacate o el de avellanas, son aceites vegetales que se utilizan para diluir los aceites esenciales. Como veremos, el método más habitual para obtener aceites esenciales es la destilación al vapor. Para las esencias más concentradas se utiliza la extracción. La esencia del jazmín se obtiene por la técnica denominada enfleurage. Para lograr aceites esenciales de las pieles de los frutos la técnica adecuada es la expresión, mientras que para grandes cantidades de hierbas y flores se recomienda la mace ración. La lavanda, por ejemplo, es un subproducto de otro método, la filtración. Finalmente aprenderemos a realizar masajes aplica dos con aceites esenciales, que al penetrar en los poros de la piel, ejercen acciones beneficiosas y en las últimas páginas descubriremos secretos para aromatizar nuestra casa mediante quemadores, vaporizaciones, pulverizadores o velas.