Casi un año después de ser rechazado por otro hombre, Peter Morse, un paramédico de Seattle, aún le echa de menos, así que cuando este le pide un favor él no duda en ayudarle. Su misión: localizar a Sean Reid, el hermano huido de una amiga en común. A Peter no le hace ni pizca de gracia, hasta que descubre a Sean herido a un lado de la carretera.

Todo en Sean despierta sus instintos protectores —después de todo vive para salvar personas— pero nunca anticipó que se enamoraría de alguien tan empeñado en huir. Además de tener heridas físicas, Sean lucha contra la pena y la culpa, sin contar con que el desastre que su distanciado padre le dejó al morir amenaza con ser demasiado para él.

Salvar a Sean significa que Peter debe olvidarse de su orgullo y buscar la ayuda de familiares y amigos. Todo ello es un trago amargo, pero si no puede él, ¿cómo espera que Sean acepte su ayuda y su amor?