Pasar de ser el acosador más indeseable al mejor amigo de Katie Deauxma no es una tarea fácil. Seguir el juego aparentando poseer atracción sexual por alguien de tu mismo sexo para que se sienta segura y dejes de ser un peligro es algo que debería darte vergüenza. Que ella te crea gay no es tu mayor problema; estás cada vez más convencido en que puedes hacer la diferencia en un mundo donde el débil necesita ser rescatado de la miserable vida en la que las atrocidades del día a día lo han puesto. Tu fama te precede y eres conocido como ese hijo de perra que no le importa nada con tal de darle su merecido a quienes se quieran pasar de listos, la seguridad en ti mismo te puede jugar malas pasadas y más cuando te topas con la gente equivocada. Aceptar un trabajo sin pedir referencias puede ser tan mortal como comer maní siendo alérgico, pero afortunadamente alguien veía desde lejos e intervino a tiempo para salvarte el trasero y evitar que tu cuerpo se convirtiera en un saco de boxeo.