General Gustavo Rojas Pinilla El Estadista

ebook 1953-1957 · Colección Presidentes de Colombia

By María Eugenia Rojas Correa

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Varias versiones han circulado, tanto en Colombia como en el extranjero, sobre los sucesos del 13 de junio de 1953 y voy a trazar algunas pinceladas de los acontecimientos de aquella fecha que se grabó en forma indeleble en la memoria y el corazón de las inmensas mayorías que registraron jubilosas el amanecer de la patria rescatada.
Porque había una patria vuelta pedazos, unos en manos de liberales sublevados y otros en manos de un sector conservador altanero y envalentonado que menospreciaba y perseguía a quienes no comulgaban con el ideario de la hirsuta cofradía reaccionaria.
Mi padre no buscó codiciosamente el poder; esos no eran los planes de la familia, disfrutábamos de una vida sencilla y apacible en medio de un hogar colmado de afecto, con un padre inigualable y una madre que era dechado de virtudes. Gómez produjo el decreto llamando a la reserva a Rojas Pinilla y designó nuevo comandante de las Fuerzas Militares al Teniente General Régulo Gaitán Patiño.
Al doctor Jorge Leyva, quien hasta ese momento desempeñaba la cartera de Obras Públicas, lo nombró ministro de Guerra ante la renuncia de Pabón, quien ocupaba ese ministerio, y se había negado a firmar el decreto de destitución de mi padre. Pabón le manifestó a Laureano que si cometía ese error se caería el gobierno.
Se notaba una marcada inquietud entre los oficiales que hasta allí habían acudido a rodear a su comandante en jefe. Ellos opinaban que su General Rojas tenía que asumir el mando de la Nación y salvarla de la violencia fratricida que se había extendido a todos los rincones de nuestro territorio.
Mi padre tomó entonces la determinación más acertada, como era asumir la Presidencia de la República ante el vacío de poder que se presentaba: Gómez había desaparecido y Urdaneta no aceptaba continuar.
Mi padre tomó entonces la determinación más acertada, como era asumir la Presidencia de la República ante el vacío de poder que se presentaba: Gómez había desaparecido y Urdaneta no aceptaba continuar.

General Gustavo Rojas Pinilla El Estadista