La mayoría de nosotros tenemos una voz en la cabeza que nos dicta información. Puede ser la voz que te incita a decir algo durante una conversación, o la voz que te dice qué es lo que realmente quieres en una situación determinada. Es la voz que te habla de cómo te ves cuando te miras en el espejo o la voz que te habla en términos de tu autoestima. Puede ser tanto positiva como negativa.

Este tipo de autoconversación, cuando es negativa, puede crear una cantidad importante de desorden mental en nuestra cabeza. Cuando te dices a ti mismo que un objetivo específico que estás tratando de lograr es imposible, puede terminar actualizando una situación en la que terminas fracasando.

Por otro lado, si puedes cultivar una autoconversación positiva, es mucho más probable que los resultados acaben siendo los contrarios. En lugar de fracasar, se tiene éxito. La autoconversación negativa acaba creando un entorno mental negativo que afecta a todos los aspectos de nuestra vida.