Un caballero de industria ruso, Chichikov, ha descubierto que si compra a sus antiguos dueños los siervos muertos después del último censo, puede lograr grandes subvenciones y esas son las almas muertas. La meta del autor fue "tratar de mostrar el alma rusa, con su variedad de dotes y riquezas morales pero también con sus defectos, que caracterizan al pueblo ruso".