Algo de lo que mucha gente no se da cuenta cuando se trata de planificar el éxito es que cuando nos esforzamos por conseguir algo, puede ser difícil mantener la motivación. Una vez que empezamos a saltarnos un día, puede convertirse rápidamente en una bola de nieve para saltarse toda la semana. Antes de que nos demos cuenta, hemos perdido la pista de nuestros objetivos y nuestra motivación, y no hay forma de que nos vuelvan a enganchar. Si no estamos dispuestos a responsabilizarnos de nuestro éxito, puede resultar muy difícil alcanzar nuestros objetivos. Entonces, ¿cómo empezamos a responsabilizarnos de nuestro éxito? Se trata de un verdadero problema.

La mayoría de las veces, nos da demasiada vergüenza incluso hablar de nuestros planes con otras personas, y mucho menos encontrar la manera de que nos ayuden a responsabilizarnos de la consecución de nuestros objetivos. Muchos de nosotros estamos probablemente familiarizados con la vergüenza de estar entusiasmados con un plan o un objetivo sólo para que un amigo nos pregunte sobre él más tarde, mucho después de que hayamos perdido la esperanza de tener éxito. Sin embargo, aquí es donde una red de apoyo resulta realmente útil.